María R. Sahuquillo - 22/01/2013
Un 11,4% de los españoles recurre a hipnosedantes frente al 5,1% en 2005, según Sanidad.
Los expertos apuntan a la ansiedad causada por la crisis.
Decrece el uso de todas las drogas excepto el de estas sustancias.
El consumo de somníferos y tranquilizantes se ha disparado en los últimos años en España. El porcentaje de personas que ha tomado estos fármacos hipnosedantes - desde el Lexatín al Tranquimazín o el Stilnox - ha pasado del 5,1% en 2005 a un 11,4% en 2011, según la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en la Población General en España (EDADES) del Ministerio de Sanidad. Estas sustancias legales - de venta con receta - se han convertido, junto con el alcohol y el tabaco, en la droga más usada, por delante del cannabis (un 9,6% la ha tomado en el último año). Un cambio que, aunque las autoridades se resisten a achacar directamente a la crisis, llega paulatinamente de su mano, según los expertos. La situación económica y la incertidumbre llevan cada vez a más personas a recurrir a estos fármacos para aliviar su ansiedad, advierten. Solo el 1,2% los toma sin prescripción médica.
Los hipnosedantes, además, son las únicas sustancias cuyo uso aumenta. El consumo de alcohol, tabaco, cocaína o cannabis ha decrecido - aunque ligeramente - en los últimos dos años, según los datos del estudio bianual Edades presentado hoy, que analiza las respuestas de 22.180 personas de entre 15 y 64 años. Un descenso que el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, atribuye a las campañas de prevención y a un mayor control. José Luis Rabadán, uno de los responsables de la Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (Unad), apunta también razones relacionadas con la crisis: "Cada vez hay menos dinero para comprar drogas. Eso, además, está generando un cambio en su consumo hacia sustancias más económicas, que aún no se mide".