La información médica evitaría el empleo de terapias ya inútiles y la aplicación de cuidados paliativos
Aunque el diagnóstico de una muerte inminente es siempre
triste, puede ser importante para los pacientes, las familias y los
médicos a la hora de tomar decisiones relacionadas con el alta
hospitalaria o los tratamientos. Ahora, un nuevo estudio publicado en la
revista «Cancer» revela ocho signos físicos muy específicos asociados con la muerte dentro de tres días en los pacientes con cáncer.
Cuando un paciente entra en los últimos días de vida, tiene
sentido dejar de hacer análisis de sangre todos los días y administrar
medicamentos potencialmente inútiles y centrarse en los cuidados
paliativos. Saber si el paciente va a morir inminentemente también puede
resultar relevante para que los cuidadores familiares tomen muchas
decisiones personales, como si el paciente quiere pasar la noche en el
hospital o si un hijo aún tiene tiempo para viajar a ver a su padre.
Desafortunadamente, muy pocos estudios han examinado los
signos de muerte inminente, por lo que es difícil para los profesionales
de la salud hacer un diagnóstico con confianza y comunicárselo a la
familia. Para hacer frente a esto, David Hui, del Centro Oncológico MD Anderson
(EE.UU.), y sus colegas registraron los cambios físicos en los últimos
días de vida en 357 pacientes con cáncer que fueron admitidos en
unidades de agudos de cuidados paliativos en dos centros de cáncer:
Centro Oncológico MD Anderson y el Hospital de Cáncer Barretos (Brasil). Los autores documentaron sistemáticamente 52 signos físicos cada 12 horas entre el ingreso y la muerte o el alta.
Estímulos verbales
Durante el estudio, 57 por ciento de los pacientes
falleció. Los científicos identificaron ocho signos físicos que, si
están presentes, sugieren fuertemente que un paciente va a morir dentro
de tres días. Los signos incluyen pupilas no reactivas, disminución
de la respuesta a los estímulos verbales, disminución de la respuesta a
los estímulos visuales, incapacidad para cerrar los párpados, caída del
pliegue nasolabial (que hace que la cara parezca más relajada),
la hiperextensión del cuello (en la que la cabeza se inclina de nuevo
cuando el paciente está acostado), gruñidos de las cuerdas vocales y
hemorragia digestiva alta. Estos signos pueden ayudar a los médicos y
enfermeras a hacer el diagnóstico de la muerte inminente.
«Este estudio muestra que simples observaciones nos pueden potencialmente ayudar a reconocer si un paciente ha entrado en los últimos días de la vida»,
afirma Hui. «Tras una posterior confirmación de la utilidad de estos
signos reveladores, vamos a poder ayudar a médicos, enfermeras y
familias a reconocer mejor el proceso de la muerte y, a su vez, ofrecer
una mejor atención a los pacientes en los últimos días de vida», añade.
Cuidados paliativos
Con base en los resultados del estudio, Hui y su equipo
ahora están creando algunos materiales educativos para ayudar a los
profesionales sanitarios y las familias a reconocer cuándo un paciente
ha llegado a los últimos días de su vida y están desarrollando una
herramienta de diagnóstico de la muerte inminente centrándose en estos
signos físicos para respaldar la toma de decisiones clínicas.
Aunque los hallazgos son relevantes para los médicos que
atienden a pacientes de cáncer que mueren, no está claro si también se
traducen fuera de los centros de cáncer. Por lo tanto, los
investigadores están en el proceso de validación de sus resultados en
otros ámbitos de la salud, tales como el hogar y centros para pacientes
hospitalizados.