La
atención plena te recuerda lo que se supone que deberías estar
haciendo, y trae tu mente de vuelta constantemente al momento presente….
Durante la meditación, tu atención se dirige hacia una sola cosa en cada
momento… un pensamiento, un sentimiento, o una sensación. Cuando la
atención se dispersa o se desenfoca, tú, amablemente, aplicas la
atención plena para redirigir la atención hacia el momento presente. Es
completamente natural que la mente vagabundee, que tus emociones
fluctúen, o que las sensaciones de tu cuerpo se hagan incómodas o te
distraigan. Es lo que haces con tu estado mental y emocional en esos
momentos lo que marca la diferencia.
Laura Schenck, especialista en Atención Plena (Mindfulness)
La atención plena te permite darte cuenta de que tu mente se dispersa,
de que la ansiedad es abrumadora, o que el dolor de tu espalda es
desagradable. Más allá de encontrarte fundido o atrapado en esas
experiencias, la atención plena te permite darte cuenta de ellas. De
este modo, la atención plena trae a tu mente de vuelta constantemente al
momento presente, liberándote del diálogo interno y de los juicios de
“lo bueno” y “lo malo”, o de cualquiera de tus pensamientos, emociones o
sensaciones. Es la pura consciencia.
Considera cómo puede ser de persistente la distracción de algunos de tus
pensamientos, emociones y sensaciones. Reflexiona durante un momento
sobre cómo de convincentes pueden ser acerca de los que es “verdad” o de
“cómo son las cosas”. La atención plena te permite desenredarte de la
sujeción de esta falsa sensación de realidad, dar un paso hacia atrás y
separarte de la fusión con tus conceptos de ti mismo, y observar la
realidad con una mayor apertura y aceptación. Centra tu mente consciente
con mucha más persistencia y práctica que esos pensamientos,
sentimientos y sensaciones que intentan convencerte de sus mensajes.
Considera cuánto tiempo te ha llevado en tu vida llegar a estar
rigurosamente convencido de la validez inherente de tus pensamientos,
sentimientos y sensaciones cuando surgen. Inicia un nuevo viaje hacia
una visión de las experiencias de tu vida con apertura, curiosidad y
aceptación… y sin juicios. Más allá de asumir que esos pensamientos son
“verdaderos” en el momento en que ellos surgen en tu mente, percíbelos,
observa todas las partes de ellos, y cuestiónalos. Date cuenta de lo
diferente que comienzas a sentirte a medida que eliminas la parálisis
que ocasiona el estar fundido con tu experiencia.
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