A continuación compartimos con todos
el testimonio de una de las personas participantes en la actividad de silencio
en la naturaleza. Esta es una actividad complementaria que se ofrece a las
personas que han realizado el curso de atención plena. En esta última ocasión,
la hemos realizado en el entorno de la playa de Barayo.
"Andar en bicicleta es
una de las mayores satisfacciones que he experimentado. Tendría 7 años cuando
mi hermano mayor me enseñó. Ese día me puse el traje de sentido del humor y en
cada caída, la sonrisa afloraba en mi boca. Daba igual lo que me iba
explicando, que si no muevas el manillar, que si mantente recta en el sillín,
que si levanta el pie y da al pedal rápido..... lo que cuenta es cómo te vas
sincronizando y finalmente la experiencia.
Es posible que la meditación sea
algo así. Puedes leer acerca de sus beneficios, te pueden explicar cómo
hacerla, incluso puedes pensar que has hecho algo parecido... pero una vez más,
lo que cuenta es la experiencia.
Para mí es un regalo en 5 sentidos.
El olor, el gusto, el tacto, la imagen y el sonido del lugar donde la hago....
y es que la meditación va de la mano de la atención plena, de tus sentidos, del
estar presente.
Experiencias como la de Barayo son
fundamentales para entender de qué va esto del Mindfulness. El olor a mar, el
sonido de la naturaleza y de su primo el tambor, el tacto suave de la arena en
los pies, la vista en el horizonte y el sabor a tí mismo, son los ingredientes
que hacen que la experiencia sea más que positiva.
La primera meditación en la
naturaleza es diferente. Ni más fácil ni más difícil, ni mejor ni peor, ni más
intensa ni más débil, ni más larga ni más corta..... simplemente es otra cosa a
experimentar. 12 personas (número singular), cada una con su historia, con sus
vivencias, con su fortaleza, con su lucha, con su templanza..... se reúnen y
caminan llevando como aliado al silencio. Casi no nos conocemos, pero hay una
unión ahogada, un respeto feroz, una distancia imaginaria que la sabiduría y el
sentimiento acortan.
Muchas son las cosas que ves y que
sientes ese día, el tambor que suena, salvaje y primitivo que conecta con tu
profundidad deseando seguir el ritmo al más puro estilo Isadora Dunkan, los
ojos que abro y la piedra en forma de corazón que aparece allí donde poso la
mirada, la dulce melodía natural, la cueva profanada por la curiosidad, la guía
de tu compañera, un testimonio, la fuerza y el calor del grupo.... pero de
todas ellas la imagen de tí mismo, el encuentro personal, la metáfora de tu yo,
planea envolviendo el día".
¡Gracias siempre!
T. C. - Curso Atención Plena 2013
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