martes, 5 de noviembre de 2013

Medicalización de la vida. "Etiquetas de enfermedad: todo un negocio"

Resumen
 
En los países desarrollados, la sociedad ha desplazado al campo médico problemas de la realidad subjetiva y social de las personas, y la obsesión por una salud perfecta se ha convertido en un factor patógeno predominante. De manera paradójica, a la vez que mejora el nivel de salud de la población, existe un aumento del número de enfermedades y enfermos.
 
En la práctica clínica diaria, y por diferentes motivos, ponemos "etiquetas de enfermedad" a comportamientos o acontecimientos que no son más que elementos que integran el carácter o forma de ser de las personas, o bien se trata de reacciones saludables ante situaciones vitales acontecidas como conflictos laborales, familiares, escolares o duelos.
 
En este artículo, se analizan los agentes responsables del proceso de medicalizar y las consecuencias que ello conlleva, deteniéndonos en el efecto iatrogénico de las intervenciones innecesarias.
 
Artículo
La medicina ha avanzado tanto que ya nadie está sano.
 
Aldous Huxley


Introducción
 
El inmenso poder de la medicina ha hecho atractiva la idea de "medicalizar" aspectos de la vida que se pueden percibir como problemas médicos sin serlo. La medicina, como reflejo de la cultura del bienestar, genera en ocasiones falsas necesidades, y aspectos de la vida cotidiana son medicalizados con el pretexto de tratar falsas enfermedades. Vivir conlleva momentos de infelicidad y de angustia, pero ¿deberíamos tratar dichos momentos? En la práctica clínica diaria se ponen "etiquetas de enfermedad" a comportamientos o acontecimientos que no son más que elementos que integran el carácter o la forma de ser de las personas o bien se trata de saludables reacciones ante situaciones vitales, como conflictos laborales, familiares, escolares o duelos. Es la cultura sanitaria del "todo, aquí y ahora".
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como algo más que la ausencia de enfermedad y la eleva al estado de bienestar absoluto, contribuyendo a la incorporación al ámbito médico de nuevas situaciones y problemas. Estamos asistiendo a la generación de una dependencia de la medicina que incapacita a las personas para cuidarse de sí mismas y conlleva una disminución de la tolerancia al sufrimiento y al malestar.
 
Fue Faucoult quien propuso el término "iatrogenia positiva" para referirse no a los efectos nocivos derivados de errores o de secundarismos previsibles, sino a los efectos nocivos de las intervenciones médicas. Medicalizar la vida es convertir un conflicto personal o social en un problema médico que necesita ser abordado por los profesionales de la salud. Cada vez más aspectos de la vida cotidiana son medicalizados con el pretexto de tratar falsas enfermedades, como astenia primaveral, baja autoestima, timidez o procesos biológicos naturales como la menopausia. Medicalizar la vida no expropia la salud y nos incapacita como individuos.
 
El negocio de "la enfermedad".
 
Desde una perspectiva comunitaria dirigida a la función de bienestar, la política de la salud ha de pretender que la "producción de salud" no sea más costosa de lo necesario, y que la salud originada no se valore menos de lo que cuesta; sería inmoral caer en el despilfarro. Un gasto sanitario inadecuado tiene costes, bien por consumo excesivo, bien por consumo insuficiente de servicios sanitarios necesarios.
 
Hacer creer a la gente que tiene una enfermedad puede ser una sustanciosa fuente de ingresos. La medicina moderna ha ido haciéndonos creer que van apareciendo nuevas enfermedades a las que solo la técnica puede dar respuesta; son 5 las formas de comerciar con enfermedades que se explican en la Tabla 1.
 
Tabla 1. Creación de enfermedades.
 
  • Venta de procesos normales de vida como procesos médicos, como la vejez o el embarazo.
  • Venta de problemas personales y sociales como problemas médicos: el desempleo, la fobia social.
  • Venta de riesgos como enfermedades: osteoporosis o hipercolesterolemia.
  • Venta de síntomas ocasionales como epidemias de extraordinaria propagación, como la disfunción sexual femenina.
  • Venta de síntomas leves como indicios de enfermedades más graves: colon irritable.

Fuente: Modificado de Blech.

En la Tabla 2 se esquematizan algunos de los síndromes de nueva creación que podrían terminar en la consulta de atención primaria consumiendo recursos de forma innecesaria.

Tabla 2. Síndromes que tienen buena perspectiva como negocio.
 
Síndrome del Síssí                             Depresivos que se disfrazan de felices.
 
Síndrome del tigre enjaulado             Padres excesivamente fatigados por sus hijos.
 
Depresión del Paraíso                        Incapacidad de gozar del ocio, típico de los turistas del Norte de Europa que viven en España
 
Síndrome postvacacional                   Dificultad de adaptación al trabajo tras la finalización de las
                                                           vacaciones, lujo solo al alcance de los que tienen trabajo
                                                           y pueden sufrir por ello.
 
Astenia primaveral                            Con la llegada del buen tiempo se presenta la falta de energía
                                                           para realizar la actividad habitual.
 
Trastorno de alegría generalizada     Síntomas de despreocupación y pérdida de contacto con
                                                           la realidad.
 
Fuente: elaboración propia.
 
Responsables de la medicalización.
 
La responsabilidad de la medicalización es responsabilidad compartida por la sociedad, los profesionales, los medios de comunicación, los políticos y la industria farmacéutica.
 
 
 


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