jueves, 23 de mayo de 2013

Actos aleatorios de amabilidad



Actos aleatorios de amabilidad

Psicólogos de la Universidad de Purdue realizaron un experimento dentro de su campus para medir los efectos de una sonrisa. 239 estudiantes participaron en un estudio en el que se cruzaron, sin saber que estaban siendo examinados, con personas que los recibieron con una sonrisa o los ignoraron notoriamente.
 
Después de este encuentro, los participantes fueron abordados por otra persona que les pidió que rellenaran un sondeo para medir su sentimiento de "conexión social". Se dividieron los grupos en tres: aquellos que fueron ignorados, aquellos que recibieron una sonrisa desconocida y aquellos que no se encontraron a ningún extraño participante.

Los resultados mostraron que el grupo al que le sonrió reportó un índice más alto de conexión social o pertenencia; los que fueron ignorados conspicuamente reportaron una disociación mayor; aquellos que no recibieron ningún gesto exhibieron una conexión social intermedia.
 
La reflexión de los investigadores apunta a que el sentimiento de no pertenencia y de soledad, no solo es psicológico; estudios muestran una correlación entre la soledad y un sistema inmunológico débil. Teorizan que el cuerpo manifiesta esta vejación como respuesta evolutiva que motiva a buscar la compañía de los demás - herencia de que durante buena parte de nuestra historia, para sobrevivir, era necesario pertenecer a un grupo.
 
Con tan solo una sonrisa puedes mejorar el sistema inmunológico de una persona, además de propiciar un círculo virtuoso de situaciones: la coincidencia de tu sonrisa podría detonar un estado emocional positivo que se traduzca, a su vez, en un acto sustancial o transformador. Un ejemplo general, una persona que recibió esa sonrisa - que es finalmente una señal de aprobación - tiene una mayor probabilidad de, al encontrarse con otra persona, estar en un estado de empatía y confianza, el cual le permitiría elevar el estado de ánimo de otra persona, tal vez alguien enfermo. O quizás la confianza le permita acercarse a otra persona e iniciar una relación energéticamente fluida y sanadora.
 
En su libro Vagabundos del Dharma, Jack Kerouac recomienda realizar "actos aleatorios de caridad", en sintonía con una especie de anarquía budista. Estas sonrisas se califican ciertamente dentro de esta categoría. Más que el cálculo kármico, la motivación lúdica de salirse de la solemnidad programada y de la indiferencia. Un proverbio japonés dice: "somos estúpidos bailemos o no, así que mejor bailemos" - lo mismo aplica para la sonrisa.

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