martes, 14 de mayo de 2013

Frenar, tomar conciencia




Laura Schenck es una prestigiosa especialista en Atención Plena (Mindfulness), cuyo trabajo está orientado a ayudar a sus clientes a mejorar sus vidas. Sus teorías son afines a los conceptos de nuestro centro.
 
Frenar, tomar conciencia
 
  “No hacer nada es mejor que hacer algo con prisas” – Lao Tzu
 
​ Es difícil ser consciente cuando tu mente está demasiado acelerada, cuando tus emociones se muestran de forma caótica, o cuando tu corazón late fuera de control. Todas estas experiencias tienen un elemento en común….. todas ellas suceden rápidamente. Eres mucho más propenso a cometer errores y ser negligente, pasar de largo hechos importantes, y meter la pata en las relaciones inter personales cuando tu liado estado interno se encuentra apurado y fuera de control. Algunas veces puedes incluso no darte cuenta de cómo de rápido te estás realmente moviendo, hasta que alguien cercano a ti te lo dice. Este es a menudo un signo seguro de que estás siendo decididamente inconsciente.

​El primer paso hacia la ralentización y la toma de conciencia es darse cuenta de que estás apurado. Quizás la conciencia que necesitas para frenar proviene del sentir tu corazón latiendo demasiado rápido, del darte cuenta de errores y torpezas, o de sentirte extrañamente indiferente hacia ti mismo. ¿Te das cuenta de tus rodillas rebotando arriba y abajo mientras luchas apresuradamente con tus tareas? Mientras que piensas que hacer las cosas puede suponer un gran esfuerzo, es importante darse cuenta que para la mayoría de nosotros (incluyéndome a mí), ese deseo de tener algo finalizado a menudo da como resultado descuidos o errores. Cuando esto sucede, acaba tomando más tiempo el realizar dicha tarea.
 
 4 consejos sencillos para frenar
 
 1.- Dobla el tiempo que tú crees que te llevará la realización de alguna tarea.
  ​¿Con qué frecuencia finalizar una tarea o un proyecto en el tiempo que has destinado o programado para ello? Para la mayoría de la gente, esto raramente sucede. Cuando te permites más tiempo para planear hacer algo, te provees a ti mismo de más “espacio psicológico” para afrontar el trabajo de una forma más metódica y consciente.
  ​Cuando te sientes apurado para terminar una tarea en el día, semana o mes que te has fijado, puede haber u sentimiento de urgencia que de cómo resultado acelerar en pasos importantes, acortando presupuestos, o cometiendo descuidos y errores. Simplemente, dándote más espacio para respirar (sin demorarlo) es una forma de asentar las bases para realizar tu trabajo con una mayor conciencia.
 
 2.- Realiza conscientemente actividades de forma lenta.
​ Esto puede sonar tonto, pero forzarte a ti mismo a moverte físicamente más despacio es un modo sencillo de ir calentando la musculatura de tu voluntad. Investigaciones sugieren que la voluntad puede ser activamente fortalecida involucrándose en las tareas con más lentitud y de un modo diferente al acostumbrado. Por ejemplo, lavarte los dientes con la mano no dominante, estimula la voluntad con el paso del tiempo.
  ​Obsérvate en ese momento con una consciencia atenta. Sea lo que sea que estás haciendo, ralentízalo al menos un 25%. Si estás leyendo deprisa, hazlo más despacio. Si tus rodillas rebotan arriba y abajo, trae la conciencia a ellas y permite que se calmen. S i estás martilleando tus dedos contra la mesa, date cuenta de ello, y permite que se relajen. Frénate físicamente y permite que se frenen también tus pensamientos y tus emociones.
 
 3.- Estimula tu sistema nervioso parasimpático.
  ​Tu Sistema Nervioso Autónomo tiene la función de regular la mayoría de los sistemas y funciones de tu cuerpo sin que tú seas consciente de ello (Ejemplo, el corazón late sin decirte que lo está haciendo, continúas respirando mientras que duermes). Dos de sus ramales son el Sistema Nervioso Simpático y el Sistema Nervioso Parasimpático.
  ​Cuando tu Sistema Nervioso Simpático está excitado, se activa en tu cuerpo un proceso natural y primitivo de huída, de activación ante un peligro. Esto es increíblemente útil para la función adaptativa. ¿Alguna vez has cambiado de carril sin haberte dado cuenta de un coche cercano, y de repente sientes una repentina y poderosa descarga de adrenalina en tu cuerpo? Esto te prepara para realizar una acción rápidamente. En contraste, cuando se activa el Sistema Nervioso Parasimpático, se activa una experiencia corporal y mental de calma y relajación.
  ​Estos dos sistemas están diseñados para trabajar juntos y en armonía. Cuando se desequilibran, se puede experimentar un estado constante de hipervigilancia (por ejemplo, un estado exagerado de reactividad y vigilancia hacia un peligro o amenaza). Una (de ellas) de las explicaciones para esto es que el movimiento acelerado durante todo tu día sin un sentido justificado de conciencia, puede resultar en una sobre actividad psicológica y mental….. todo se mueve demasiado deprisa.
  ​Cuando es Sistema Nervioso Simpático está sobre activado de este modo, el Sistema Nervioso Parasimpático tiene pocas oportunidades de compensar y garantizar un equilibrio de calma y relajación. La buena noticia es que puedes estimular activamente al Sistema Nervioso Parasimpático para recuperar un equilibrio consciente de calma y lucidez.
 
 Técnicas para estimular el Sistema Nervioso Parasimpático:
 
• Respiraciones lentas y profundas desde tu diafragma….. coloca tu mano sobre tu abdomen y permite percibir cómo sube y baja el vientre con cada respiración.
• Combinar la respiración diafragmática con una atención plena activa. Trae toda tu consciencia atentamente a las sensaciones de tu cuerpo, a tus pensamientos, y las emociones mientras que respiras lenta y profundamente.
• Haz ejercicios de visualización. Asegúrate de hacer la visualización tan vívida como sea posible, imaginando todo lo que puedas, toda la riqueza y los detalles de tu lugar de seguridad y calma.
• Reposa uno o dos dedos sobre tus labios suavemente. Esto podría sonar extraño, pero las fibras del sistema parasimpático se despliegan por los labios, así que cuando los tocas amablemente (y respiras lenta y profundamente), estás activando el Sistema Nervioso Parasimpático.
 
 4.- Evita las multitareas.
  ​La multitarea puede útil algunas veces. La clave está en distinguir cuándo la multitarea da como resultado el que te estés acelerando innecesariamente, y te hace cometer errores, y cuándo está realmente ayudándote a hacer cosas de un modo productivo y eficaz. Si eres un gran defensor de la multitarea, desafíate a ti mismo pasando un día entero sin ninguna tarea en absoluto. En las palabras del maestro zen coreano Seing Sahn, “Cuando lees, sólo lee. Cuando comes, solo come. Cuando pienses, sólo piensa.
  ​Si te das cuenta de que la multitarea da como resultado una sensación de estas “sobre estimulado”, entonces considera los beneficios que podría tener el relacionarte con tus tareas y tus relaciones con otras personas con una mayor consciencia. Si tu atención parece a menudo dispersa, es una señal de que te podrías beneficiar de menos multitareas también. Hacer una cosa de cada vez, proporciona una oportunidad de estar más atento y conectado con el momento presente. Permite a cada cosa que hagas ser digna de tu atención completa. Si estás haciendo algo “aburrido” úsalo como una oportunidad de ser consciente de tu aburrimiento…. Relaciónate con esa experiencia con una mayor apertura, curiosidad y aceptación.
  ​¿Qué diferencias podrías notar en tu vida si te dieras la oportunidad de ir más despacio? Cuando pasamos a lo largo de nuestras vidas en un estado de urgencia y crispación, a menudo perdemos de vista aquellas partes de nuestras vidas importantes, especiales o bonitas. Personas cercanas pueden sentirse desconectadas de nosotros cuando estamos acelerados intentando hacer cosas. ¿Por qué no intentas un experimento contigo mismo: ver cómo sería la vida si prescindieras de las prisas para hacer cosas, y simplemente disfrutaras de las cosas tal y como son? Desacelera y aprecia más el momento presente…. Podrías experimentar un giro irónico que te permita hacer más cosas al final.


No hay comentarios:

Publicar un comentario